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En una entrevista reciente con Barça One, el joven prodigio del FC Barcelona, Lamine Yamal, ha compartido sus reflexiones sobre un año 2024 que lo ha catapultado a la cima del fútbol mundial. Con solo 17 años, Yamal se ha convertido en el tercer jugador más valioso del mundo, un logro impresionante que ha sido respaldado por su destacada actuación en la UEFA Euro 2024, donde levantó el trofeo con la selección española.
Un año de éxitos y desafíos
Al mirar hacia atrás en este año exitoso, Lamine no ha podido evitar mencionar la falta de títulos colectivos para el Barcelona. «Este año al Barça le faltaron títulos colectivos, que es lo que más me ilusiona, pero intentaremos ganar Liga, Copa, Champions y todo lo que podamos», expresó con determinación. Esta ambición no solo refleja su deseo de triunfar, sino también su compromiso con el club que lo ha visto crecer.
El reto personal de Lamine Yamal
De cara al futuro inmediato, Yamal se ha marcado un reto individual para el 2025. «Necesito marcar más goles. He mejorado mucho en asistencias, así que este es mi desafío», afirmó. A lo largo de la temporada, su número de asistencias ha aumentado considerablemente, en gran parte gracias a su conexión con Raphinha, quien ha sido un compañero clave en el ataque. «Me va bien. Los movimientos de Raphinha también son muy importantes. Es un jugador muy rápido y puedo darle ese balón», añadió.
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Uno de los momentos más destacados de la temporada para Lamine fue su gol en el Clásico contra el Real Madrid en octubre, donde el Barcelona ganó 4-0 en el Santiago Bernabéu. «Estoy muy contento con mi gol en el Bernabéu porque íbamos ganando 0-2 y todo el mundo sabe que el Real Madrid suele marcar en los minutos finales, así que el 0-3 casi acaba con el partido. Era un Clásico seguido por todos, así que marcar en ese partido era un sueño», recordó con orgullo.
El estilo de juego de Lamine
Lamine también compartió su estilo de juego favorito, que se basa en su libertad en la banda. «Cuando tengo el balón en la banda es cuando estoy al 100%. Allí puedo hacer lo que quiera; No hay reglas, tengo libertad de movimiento», explicó. Sin embargo, también es consciente de la importancia de mantener la disciplina en el juego. «Al final, cuando bajo a recibir en el centro y defender, hay que jugar a uno o dos toques, no perder el balón, ser un buen compañero y volver a defender», subrayó.
La influencia de Hansi Flick
El joven extremo no ha escatimado elogios hacia su entrenador, Hansi Flick, quien ha sido fundamental en su desarrollo. «Flick te da buenos consejos y confianza. Antes de anunciar la alineación, te la explica. Sabe decir las cosas correctas en el momento correcto», comentó. Esta confianza que le brinda el técnico es esencial para que Lamine se sienta seguro en el campo.
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La presencia de muchos jugadores jóvenes en la plantilla también ha contribuido a un ambiente positivo en el vestuario. «En el vestuario hay diversión, alegría y energía. Muchos de nosotros somos aficionados del Barcelona desde pequeños y venimos de La Masia. Sabemos lo importante que es jugar por este campeonato. Demos todos lo mejor de nosotros», afirmó Lamine, reflejando la camaradería que existe entre los jugadores.
El camino hacia la recuperación
Sin embargo, no todo ha sido fácil para Yamal. Actualmente se encuentra de baja debido a una lesión en el tobillo derecho, sufrida en un partido contra el Leganés. «Estoy en fase de recuperación, pero volveré más fuerte y con más ganas. Cuando dejas de jugar por un tiempo, te das cuenta de lo importante que es lo que estás haciendo», comentó con optimismo. A pesar de la adversidad, su espíritu competitivo sigue intacto.
Reflexiones sobre el desarrollo personal
Reflexionando sobre su desarrollo personal, Lamine considera el 2024 como un año crucial. «Me sentí importante, tanto en el club como en la selección, y adquirí mucha experiencia», dijo. Aunque reconoce que no siempre las cosas salen perfectas en su primer año como titular, su deseo de ganar títulos colectivos sigue siendo su principal motivación. «Lo que más me ilusiona es ganar títulos colectivos, que es lo que echaba de menos en el Barça», concluyó.
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A medida que se acerca el final del año, Lamine Yamal se siente emocionado por lo que está por venir. Con un espíritu indomable y una pasión por el juego, está decidido a dejar su huella en el FC Barcelona y en el fútbol mundial. ¿Podrá cumplir con sus objetivos y llevar al Barça a nuevas alturas? Solo el tiempo lo dirá, pero una cosa es segura: el futuro del fútbol parece brillante con talentos como Lamine Yamal en el horizonte.
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