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El Clásico siempre es especial, especialmente cuando el Barcelona venció a sus eternos rivales en las etapas finales de un evento. Y anoche, en Arabia Saudita, el equipo azulgrana logró una victoria memorable al marcar cinco goles contra el Real Madrid en la final de la Supercopa de España. Lo único mejor que una victoria del Barcelona en el Clásico es La Manita, y eso fue exactamente lo que ocurrió.
La celebración de La Manita
Con el paso de los años, Gerard Piqué se convirtió en el rostro de la famosa celebración de La Manita. Durante sus días como jugador, levantaba su mano en alto, señalando al mundo que el Barcelona había marcado cinco goles contra Los Blancos. Esta celebración se ha convertido en un símbolo de orgullo para los aficionados culés y una forma de recordar las grandes victorias sobre su eterno rival.
Piqué revive la tradición
Ayer, tras la histórica victoria del Barcelona, Gerard Piqué no dejó pasar la oportunidad de celebrar a su manera. Aunque no estaba en el campo, su espíritu culé sigue vivo. Después del pitido final en Turín, se unió a la ex superestrella del Real Madrid, Iker Casillas, y no dudó en recrear la icónica celebración de la «mano». Este gesto, que ha marcado su carrera, fue recibido con deportividad por Casillas, quien se sumó a la diversión.
Mira también:İlkay Gündoğan analiza la victoria del Barcelona en la Supercopa ante el Real MadridUn momento para recordar
El momento fue capturado en un vídeo que se publicó en las redes sociales oficiales de la Kings League, titulado «Buenas noches a todos». Este gesto no solo fue una celebración personal para Piqué, sino también una forma de echar sal en las heridas del Real Madrid, recordando a todos la contundente victoria del Barcelona.
La historia detrás de La Manita
Curiosamente, Piqué no fue el pionero de la famosa celebración de la mano. Este gesto fue inventado por Tony Bruins Slot, asistente de Johan Cruyff, quien lo introdujo por primera vez en la temporada 1993-94. Desde entonces, La Manita ha sido adoptada por muchos jugadores del Barcelona, convirtiéndose en una tradición que los aficionados esperan ver tras cada victoria contundente contra su rival histórico.
Piqué tuvo la oportunidad de mostrar el gesto sobre el césped por primera vez en 2010, cuando el Barcelona de Pep Guardiola venció al Real Madrid por 5-0. Este partido, que se jugó en el Camp Nou, se convirtió en uno de los más recordados en la historia reciente del Clásico. La emoción y la alegría de esa victoria se replicaron en 2018, cuando los azulgranas volvieron a superar a sus rivales, esta vez por 5-1, en otro partido memorable que quedó grabado en la memoria de los aficionados.
Mira también:El tridente del Barcelona supera al ataque del Real Madrid en la temporada actualLa importancia de los Clásicos
Los Clásicos no son solo partidos de fútbol; son eventos que trascienden el deporte. Cada encuentro entre el Barcelona y el Real Madrid está cargado de historia, rivalidad y emociones intensas. Para los aficionados, cada victoria es un motivo de celebración, y cada derrota, un desafío que enfrentar. La Supercopa de España de anoche fue un claro ejemplo de cómo estos partidos pueden definir temporadas y dejar huellas imborrables en la historia de ambos clubes.
La rivalidad entre el Barcelona y el Real Madrid es una de las más grandes del mundo del fútbol. Cada encuentro atrae la atención de millones de aficionados, y la presión sobre los jugadores es inmensa. Sin embargo, momentos como el de anoche muestran que, a pesar de la intensidad de la competencia, siempre hay espacio para la camaradería y el respeto entre los jugadores, como lo demostró Piqué con Casillas.
Un legado que perdura
La victoria de anoche no solo refuerza el legado del Barcelona en el fútbol español, sino que también mantiene viva la tradición de La Manita, un gesto que ha trascendido generaciones. La historia de este club está llena de momentos icónicos, y cada Clásico es una oportunidad para escribir un nuevo capítulo. La pasión de los aficionados, la habilidad de los jugadores y la rivalidad histórica hacen que cada encuentro sea único y emocionante.
Mira también:Wojciech Szczęsny se perderá estos partidos clave tras la expulsión ante el BarcelonaPuede que Piqué no haya estado en el campo anoche, pero su conexión con el Barcelona y su amor por el club son evidentes. Su celebración con la «mano» es un recordatorio de que, independientemente de dónde se encuentre, siempre será parte de la historia del club. La emoción y la pasión que siente por el Barcelona son contagiosas, y los aficionados están ansiosos por ver qué más les depara el futuro en esta emocionante rivalidad.